Partes del Jamón Ibérico

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El jamón ibérico, al igual que el resto de jamones, se puede dividir en seis partes bien diferenciadas y con características diferentes. Es importante conocer estas partes a la hora de cortar el jamón para elegir las zonas más adecuadas dependiendo del tipo de carne que se quiera extraer.

Cada parte del jamón nos ofrece un tipo de carne con unas características muy concretas, es importante conocerlas para aplicar el corte más adecuado y para darle un uso apropiado. Antes de comenzar con el corte debemos tener en cuenta el tiempo que vamos a tardar en comer el jamón para elegir por qué parte del jamón debemos comenzar a cortar y así sacar el mejor provecho posible a la pieza.

Las partes del jamón ibérico son las siguientes: Maza, Contramaza, Babilla, Punta, Caña y Jarrete.

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Fuente: www.mundoiberico.com

La maza es la parte del jamón ibérico que cuenta con más carne y también la parte que suele contar con mayor cantidad de grasa infiltrada. Anatómicamente hablando, la maza es la parte interior de la pata del cerdo. La carne que se extrae de la maza es la más tierna, la más sabrosa y la más jugosa gracias a que cuenta con mayor cantidad de grasa. La carne de la maza ofrece un rendimiento muy bueno y cuenta con grandes propiedades sensoriales que la hacen aún más apetecible. La maza es la parte por la que habitualmente se comienza el corte del jamón, la parte más apropiada para comenzar si el jamón se va a comer en un corto plazo de tiempo.

La contramaza es la parte del jamón que se encuentra junto a la maza. La carne de la contramaza se caracteriza por estar más curada y ser menos jugosa. La contramaza es más estrecha que la maza y por lo tanto ofrece un rendimiento menor, así como carne de menor calidad.

La babilla se encuentra en la parte contraria a la maza, anatómicamente se corresponde con la parte delantera de la pata del cerdo. Al estar delimitada por dos huesos, el fémur y el coxal, esta pieza es bastante estrecha y cuenta con menos cantidad de jamón que la maza. Cuando se prevé que se va a tardar algún tiempo en consumir toda la carne del jamón ibérico es recomendable comenzar el corte del jamón por esta pieza, de este modo se conserva mejor y se aprovecha más la carne.

La punta, como podemos deducir de su nombre, es la parte final del jamón que se encuentra completamente opuesta a la pezuña. La carne de la punta cuenta con un alto contenido graso, por lo que es una carne muy sabrosa. Es importante comer con cuidado esta pieza ya que en ocasiones, si la punta del jamón no está bien protegida con suficiente materia grasa, puede resultar un poco salada.

La caña del jamón ibérico es la parte más estrecha y cercana a la pezuña. La carne de la caña es más fibrosa y algo más dura que la del resto del jamón, pero si utilizamos el corte adecuado podemos sacarle mucho partido. La carne de la caña es perfecta para cortar taquitos de jamón.

El jarrete del jamón es la parte que se encuentra situada entre la tibia y el peroné del cerdo. El jarrete se encuentra entre la maza y la caña. Esta carne, al igual que sucede con la de la caña, es algo más dura y perfecta para hacer tacos de jamón. Cortada de esta forma, la carne del jarrete resulta muy jugosa, aromática y con muy buen sabor.